Nuestra entidad Parroquia San Juan Bautista – Residencia San Francisco y San Vicente ha sido subvencionada con 10.944,95€ por la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, a través de la concesión de ayudas dirigidas a la realización de programas de interés general para atender fines de interés social con cargo al tramo autonómico de la asignación tributaria del IRPF- 2022.
Gracias a esta subvención, a lo largo de 2023, podemos seguir avanzando con el programa “NOSTRES LLARS” para la transformación del modelo de cuidados, y continuar reforzando la formación de nuestros profesionales para seguir impulsando una atención más individualizada y centrada en las personas.
Este modelo es un giro significativo hacia la excelencia en el cuidado de las personas mayores, marcando un hito importante en la transformación de su enfoque de cuidados. Con mucha dedicación, el personal de la residencia, las personas usuarias y sus familiares estamos colaborando en esta transición hacia un modelo que prioriza la individualidad, la participación activa y la calidad de vida de cada una de las personas que viven en el centro.
Una de las etapas de este cambio revolucionario ha sido la incorporación de la participación activa de los profesionales y las personas usuarias en la organización de la residencia. A través de reuniones regulares y grupos de trabajo, el personal y los residentes están teniendo la oportunidad de expresar sus ideas y opiniones sobre cómo mejorar los cuidados y la vida diaria en el centro. Esto está permitiendo un enfoque más integral y personalizado que refleja las necesidades y deseos de cada individuo.
Un elemento clave del modelo es la celebración de asambleas por unidades de convivencia, donde las personas usuarias y el personal de las unidades trabajan juntos para tomar decisiones sobre la organización de la propia unidad. Estas asambleas se han convertido en un espacio donde se discuten temas relevantes, se proponen mejoras y se co-crean soluciones para asegurar que la voz de cada uno sea escuchada y respetada.
La participación activa de los usuarios en la planificación de su plan de atención y vida cotidiana es otra piedra angular del modelo. Cada persona residente tiene la oportunidad de ser parte integral de la toma de decisiones relacionadas con su cuidado, su rutina diaria y las actividades en las que desean participar. Esto no solo empodera a las personas que viven en el centro, sino que también asegura que sus preferencias individuales sean atendidas, creando un ambiente en el que se sientan valorados y respetados.
Además, los familiares también desempeñan un papel esencial en el nuevo enfoque. La implicación activa de los familiares en el día a día de la residencia está fortaleciendo los lazos entre la comunidad y fomentando una comunicación abierta y constante. Los familiares no solo son invitados a participar en actividades y eventos, sino que también se les consulta en la toma de decisiones que afectan a sus seres queridos.
En un mundo donde el envejecimiento de la población es una realidad, este enfoque intenta garantizar un futuro digno y respetuoso a las personas mayores.