Las personas mayores son muy propensas a sufrir algunos accidentes en sus propios hogares. Su dependencia de terceras personas hace que, en ocasiones, necesiten un recurso gerontologico profesional ,como puede ser la ayuda a domicilcio, los centros de dia o los centros residenciales para personas mayores dependenties.
La mayoría de los accidentes que sufren las personas mayores son debidos a caídas. Si es posible deben evitarse, pues las consecuencias de las mismas suelen ser muy graves y dolorosas, como las fracturas de cadera. Los tratamientos pasan por inmovilizaciones e incluso cirugía. Deben ponerse todos los medios al alcance para evitarlas, adoptando medidas que básicamente son de dos tipos: las utilizadas por la persona interesada y las aplicadas al entorno habitual de la misma.
En lo concerniente al propio sujeto, el anciano puede utilizar un bastón o un andador que sea estable para realizar sus desplazamientos dentro o fuera de su residencia habitual. Así mismo existen protectores blandos para las caderas y otras zonas del cuerpo con peligro de fractura. Casi todas las personas mayores sufren una enfermedad muy conocida denominada osteoporosis. Para ellas, son muy recomendables estos protectores, que evitan bastantes fracturas en caso de malas caídas.
El entorno necesita buenas adaptaciones. Algunas de ellas van encaminadas a la eliminación de las barreras arquitectónicas y a evitar deslizamientos, entre las que pueden citarse: los cambios de bañera por ducha, la instalación de barras no deslizantes para que la persona pueda asirse con facilidad, la eliminación de alfombras decorativas no adheridas al suelo, la instalación de gomas antideslizantes en los suelos del baño, rampas, ascensores o sillas salva-escaleras, etc.
Otros accidentes son debidos a otro tipo de factores. Las cocinas de gas, por ejemplo, son muy peligrosas, lo que hace recomendables las vitrocerámicas por inducción. También los olvidos en el uso de los medicamentos pueden ocasionar más de un susto.
En casos de incencias recurentes y/o de extremo peligro cuando la persona no es capaz de solicitar ayuda en caso de una emergencia, una opción adecuada puede ser una residencia de mayores donde los ancianos se encuentren queridos, integrados y cuidados debidamente por personas preparadas que pertenezcan a algún sector solidario sensibilizado con la tercera edad. El contacto con otras personas puede ser beneficioso para aquellos mayores que se encuentran solos y deprimidos, pues en este tipo de centros se realizan actividades de terapia ocupacional que ayudan a mantener las habilidades psicomotrices, facilitando el equilibrio corporal. Por otro lado, los familiares se encuentran más tranquilos al saber que su ser querido está más seguro frente a potenciales accidentes. Las personas mayores se merecen lo mejor de la sociedad porque ellos lo dieron todo por los demás y su felicidad merece la pena.
Manises cuenta con un centro integrado en el sector solidario titularidad de la Parroquia San Juan Buatista de Manises que cuenta con gran prestigio, experiencia y calidad, capaz de velar por la adopción de todas las medidas necesarias para evitar los accidentes. En caso de producirse estos, la asistencia es inmediata con el fin de aplicar el tratamiento pertinente con la mayor rapidez.