Una ola de calor puede causar graves problemas de salud, si no se toman las medidas oportunas. En las residencias de ancianos valencia se tienen muy en cuenta estas circunstancias y se toman precauciones especiales para que el calor no suponga un deterioro de la salud de los ancianos.
Las olas de calor se experimentan, básicamente, entre los meses de junio y septiembre. Por lo tanto, en las residencias de mayores se extrema la vigilancia sobre los hábitos de los ancianos, ya que son personas muy vulnerables al calor. A grandes rasgos, su organismo ha perdido parte de la capacidad que tenía para equilibrar la temperatura corporal. El envejecimiento de su piel, por otra parte, los hace más sensibles a las radiaciones solares.
Estas complicaciones las tienen muy presentes los profesionales y voluntarios de las residencias del sector de la solidaridad. Sus trabajadores saben que los residentes si han estado ingresados en centros del sistema sanitario en los últimos meses, por lo que evitarán, en todo momento, que la ola de calor agrave sus condiciones de vida.
Un factor muy importante en la relación con los ancianos estriba en valorar que determinadas patologías provocan que no se tenga una sensación de sed o calor acorde con la realidad. En este sentido, hay que estar, constantemente, controlando la hidratación y el bienstar térmico de los mayores.
Sobre todo, hay que insistir en que se ingiera una gran cantidad de líquidos, aunque los ancianos no tengan sensación de sed. Esta necesidad se encuentra cubierta por las atenciones personalizadas de la residencia de mayores, que aumentamos hasta 5 los repartos de hidratación además de la de comidas y cenas.
Salir al aire libre, por otro lado, constituye una actividad fundamental para la calidad de vida de los mayores. Sin embargo, en verano han de tener cuidado con la exposición continuada y agresiva al sol. Básicamente, se trata de evitar el acaloramiento de las horas centrales del día (entre las 12 y las 18). Estos horarios se supervisan, por los asistenciales de la Residencia.
Aparte, las instalaciones de las residencias de mayores, como no podía ser de otra manera, cuentan con la ventilación suficiente. Los modernos equipos de aire acondicionado sirven para mantener una temperatura refrescante y evitar la sensación de agobio. Tanto a primera hora de la mañana como por la noche se pueden ventilar las habitaciones, más allá¡ del uso del aire acondicionado. Durante las horas de sol más intenso se han de cerrar las persianas. Son momentos propicios para activar el aire acondicionado, siempre con los filtros limpios, para evitar las alergias.
Este año hemos instalado nuevos equipos de aire acondicionado en la zona del porche acristalado aumentando notablemente los m2 con aire acondicionado en la planta baja.
La temperatura marcada en el aparato climatizador puede oscilar, perfectamente, entre los 24 y los 26 grados, pues crea la suficiente sensación de frescor.
Por último, cabe señalar que se ha de evitar enfocar el chorro de aire acondicionado hacia los ancianos, puesto que puede resecar sus mucosas (nariz, ojos, garganta…) y su piel.