26/12/2014
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El Síndrome Confusional Agudo (SCA), también llamado delirio, es una patología mental transitoria que afecta principalmente a personas mayores, especialmente en períodos de hospitalización. Las familias lo identifican como un bajón después de una estancia hospitalaria, que se expresa con desorientación temporal, confusión con los nombres de las personas y las cosas, dificultad para asimilar nuevas pautas de tratamiento etc…
El hecho de contar con una residencia para mayores suficientemente preparada para aplicar métodos eficaces de rehabilitación puede ser muy importante para los familiares como medida de apoyo a una convalecencia. El centro residencial debe contar con profesionales dedicados a la dependencia, que cuenta con los procedimientos y tecnología adecuada para cuidar a las personas que sufren este síndrome.
En la Residencia San Francisco y San Vicente de Manises realizamos una valoración geriátrica interdisciplinar después de cada alta hospitalaria para ajustar el plan de cuidados esta circunstancia y evitar los riesgos que pueden llevar asociados, como por ejemplo un aumento de las caídas o los riesgos de ulceras por presión.
El SCA es un trastorno global cognitivo que afecta a varias facetas de la mente como la memoria, la conciencia, la atención, la orientación, el pensamiento, el lenguaje, la percepción e, incluso, la coordinación.
Normalmente, el SCA aparece en una fase aguda, para continuar durante un tiempo de forma fluctuante. No suele durar más de 6 meses. Con frecuencia, lo sufren los ancianos cuando se ven sometidos a alguna circunstancia no habitual o a permanecer en lugares desconocidos con escasos estímulos ambientales. Un diagnóstico a tiempo es muy importante para que el anciano recupere su estado normal o quede lo menos afectado posible.
Hay muchas causas que lo pueden desencadenar. Más bien, se trata de una combinación de varias, por eso se dice que el SCA es multifactorial.
Algunas causas son las siguientes:
- Envejecimiento (suele afectar a mayores de 60 años).
- Enfermedades mentales o físicas ya existentes –demencia senil, Parkinson, enfermedad psíquica, depresión, etc. –.
- Factores ambientales como la ya mencionada hospitalización.
- Traumatismo o cirugía reciente como la fractura de cadera.
- Cualquier infección (de orina, por ejemplo).
- Alteración hepática, renal o electrolítica.
- Ingestión de tranquilizantes, ansiolíticos y cualquier otro tipo de droga, etc.
Pero lo más importante es la prevención y tratamiento. Aquí juegan un papel primordial las residencias de mayores, pues cuentan con personal adecuadamente formado en la psicología propia de la tercera edad, así como en todas las técnicas geriátricas y rehabilitadoras para su cuidado, estimulación y recuperación.
La prevención pasa por intentar evitar, en lo posible, los factores desencadenantes del síndrome, como minimizar el uso de tranquilizantes, mantener la hidratación y oxigenación adecuadas y favorecer un ambiente relajado.
También hay que cuidar los ritmos. El anciano debe tener un horario controlado. Utilizar calendarios y relojes visibles, pues también favorecen el control temporal. Pero lo más importante es que estén el mayor tiempo posible acompañados de algún familiar.
El tratamiento es farmacológico. Su eficacia depende, en parte, del diagnóstico precoz y de la intensidad del mismo. Un tratamiento de soporte con la adecuada rehabilitación, constituirá el colofón necesario para lograr la máxima recuperación.
Lo principal, en fin, es que los ancianos encuentren un entorno relajado, estimulante y lleno de afecto. Ellos lo merecen todo, porque todo lo dieron durante una vida de entrega.
Mas información en estos links
http://www.mapfre.es/salud/es/cinformativo/estado-confusional-agudo-delirios-ancianos.shtml
http://escuela.med.puc.cl/paginas/publicaciones/TemasMedicinaInterna/sindrome_confusional.html
http://escuela.med.puc.cl/paginas/publicaciones/boletin/html/obesidad/obesidad14.html
http://escuela.med.puc.cl/publ/manualgeriatria/PDF/Delirio.pdf
